Desde hace varios meses en que todo el mundo ha sufrido los estragos de la pandemia por el SARS-CoV2, causante de la COVID-19, científicos y médicos han investigado la forma de combatir y curar el virus con el menor daño al organismo humano. Una de las “soluciones milagrosas” que se han comercializado es el dióxido de cloro, químico que no es un medicamento y provoca efectos adversos como baja en la presión arterial, cambios en la actividad eléctrica del corazón, insuficiencia hepática, vómito, diarrea, entre otras cuya gravedad dependen de la cantidad ingerida.
El dióxido de cloro se presenta como un producto con respaldo científico debido a estudios, que fueron realizados en la década de 1980, sobre su efectividad en la eliminación de virus y bacterias. Al añadir esta sustancia en un cultivo, los microorganismos se destruirán ya que es un agente oxidante muy fuerte; es decir, al hacerse in vitro, en un entorno controlado, es muy efectivo.
En el cuerpo humano, el dióxido de cloro destruye las células del organismo, oxida el hierro y baja en conteo de glóbulos rojos y, con ello, la función respiratoria disminuye porque el transporte de oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo se ve impedido.
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Organismos internacionales han alertado en varias ocasiones sobre los efectos adversos a la salud por el consumo de dióxido de cloro. Sin embargo, al ser “de bajo costo”, mucha gente alienta su consumo para tratar enfermedades como el cáncer o la malaria, afirmando que las farmacéuticas no quieren que se conozcan sus beneficios por una cuestión económica.
En México, este 22 de enero las aseguradoras indicaron que se negará la atención a usuarios de seguro de gastos médicos mayores ante complicaciones por dióxido de cloro como tratamiento preventivo o para curar la COVID-19.
Seguros Monterrey emitió un comunicado indicando a sus usuarios que la póliza de gastos médicos mayores solo cubre medicamentos que cuentan con un permiso vigente expedido por Cofepris y otras autoridades sanitarias. Por su parte, AXA Seguros indicó que el consumo de dióxido de cloro es considerado autoenvenenamiento.
Por lo anterior, si un usuario es hospitalizado por COVID-19 y resulta positivo a la prueba de dióxido de cloro en la sangre, las complicaciones derivadas al consumo de la sustancia no serán cubiertas.
En LEX & CO, Abogados de Seguros, le recomendamos consultar a su médico ante los primeros síntomas de COVID-19, o si tuvo contacto con una persona infectada; siga las recomendaciones de los especialistas y no se automedique. Si cuenta con una póliza de seguro de gastos mayores y la aseguradora incumple en su contrato, acérquese a nosotros, con gusto le atenderemos.
Para más información sobre acción reivindicatoria y cobro de fianza, llame a nuestro despacho jurídico fiscal al teléfono 5568401076, mándenos un correo a firma.lex.co@gmail.com, escríbanos a través de nuestro formulario de contacto o WhatsApp.
Lic. Carlos Figueroa Rodríguez, abogado titular de Lex & Co. Cuenta con más de 10 años de experiencia en casos especializados en materia de demandas contra negligencias médicas y aseguradoras. Egresado de la Universidad Anáhuac y con Maestría en Derecho Constitucional y Amparo por la Barra Nacional de Abogados, además, cuenta con un doctorado en Ciencias Jurídicas por la UCI México. Cédula profesional 6577215.
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